(10/10/2009 – 29/05/2022)
Nos adoptó para enseñarnos que, en realidad, entrenar animales era una pasión a voces. Madurez, lógica, observación, análisis y puro amor… y descontrol cuando la situación lo permitía. Colaboraba ayudando a otros perretes con problemas de comportamiento y como compañera incansable en sesiones de apoyo emocional. Siempre en nuestros corazones.

Miriam SainzNeska