¡Cuánta alegría trae un cachorro a casa!
Pero también una responsabilidad muy grande, y la socialización tiene que comenzar a hacerse desde el principio, pero sin sobreexcitar a los perretes y enseñándoles a parar y relajarse.
Y es que la socialización no es exclusiva para sus congéneres, sino que se hace con personas, suelos, ruidos, objetos…