Blog Sentido Animal

Las últimas novedades

Cuando un entrenador dice «poco a poco» y un cliente entiende «a toda mecha»

Que el aprendizaje es un proceso es algo que todos, entrenadores y clientes, deberíamos tener claro. Pensar que los adiestradores tenemos una varita mágica por la que las cosas simplemente cambian, tiene connotaciones infantiles y fantasiosas que no le hacen ningún bien a nadie, perretes incluidos.

Y es que realmente creo que existe un problema de comunicación, de cómo se ha estado transmitiendo durante mucho tiempo la idea de que la magia existe en el entrenamiento, y que los cambios comportamentales son cuestión de tocar allí y apretar allá, como si de una revisión de vehículo se tratase.

Es por eso que me parecía conveniente parar un ratito a escribir sobre esto. Si la educación es un proceso, necesita un tiempo para que las diferentes fases cobren fuerza y las siguientes puedan asentarse en las anteriores.

Malos resultados, desesperación y fin del trabajo

Cuando un cliente no obtiene los resultados que esperaba, es común que la frustración haga que intente avanzar más rápido hasta llegar a la meta, o directamente tire por tierra todo el trabajo que con esfuerzo ha realizado. Debemos ser capaces de mantener la motivación en los clientes que tienen dificultades con su perro o llevando a cabo la tarea que les encomendamos los profesionales.

Parece obvio cuando lo miramos desde fuera, que si algo no está funcionando bien, pisar el acelerador no hará sino emborronarlo todo y frustrar tanto a la persona como al perro.

Buenos resultados, exceso de emoción y pérdida del rumbo

Y cuando lo que ocurre es que un particular comienza a ver que su perro entiende a la perfección el ejercicio o que en 10 minutos ya lo tiene ejecutándolo sin fallar, tenemos un aumento fascinante de emoción que lleva a pensar que «ya está todo hecho» y que la marcha puede ser mucho más rápida… para cualquier ejercicio o situación. Esto, por supuesto, también nos lleva a frustraciones y estrés, y a menudo a pensar que si ayer lo hacía y hoy no (sin tener en cuenta el estado emocional del perro, la situación, el lugar, su motivación, la dificultad de la tarea a realizar, el cansancio, y tantas y tantas cosas), es sin duda porque «me está tomando el pelo».

Así, igual de complicado es enseñar a un perro cuando las cosas salen de seguido como cuando cuestan en exceso, si no tenemos en cuenta que el aprendizaje se realiza poco a poco y a base de repetir, en diferentes situaciones y con distintos grados de dificultad.

Sin duda, y hablando a modo de reflexión personal, nos falta a veces atinar con la forma de comunicar que todo llega, pero todo tiene su momento.

Otros artículos del blog
Mujer joven recostada en el sofá leyendo en una tablet, con su perra mestiza mirándola. Decoración navideña
modificación de conducta
Miriam Sainz

Manual de supervivencia para la Cena de Navidad

¿Sientes un nudo en el estómago solo de pensar en el timbre sonando, la mesa llena de comida y tu perro en medio del caos navideño? No estás sola. En este artículo transformamos la ansiedad en estrategia: descubre cómo crear una ‘Zona Segura’ infalible y aprende el protocolo definitivo para gestionar a las visitas (y a los ‘cuñados’) sin perder los nervios. Porque sobrevivir a la Nochebuena es posible, y disfrutarla juntos, también

Leer más »

Solicita información

¡Inscríbete al evento!