Esta corriente basada en el estudio de avances en etología, psicología y neurología del español Carlos Alfonso López García, fue reflejado en el libro “Adiestramiento canino cognitivo-emocional” tras una década de trabajos y estudios. Ésta tiene como centro de sus investigaciones y técnicas de adiestramiento el entendimiento en sí mismo del comando que se le da al perro. No se busca una respuesta conductista, es decir, frente a un estímulo (ya sea negativo o positivo), sino que se busca que el perro comprenda cuál debe ser el comportamiento adecuado que debe tener para tener una vida más feliz y tranquila.