Es una pena, pero lo cierto es que no existe una varita mágica para entrenar a un animal. A ninguno, por muy simple que pueda parecernos. ¡Cuántas veces habríamos tirado todos de la varita para cambiar un comportamiento en nuestro perro! Y con frecuencia habríamos pagado el precio que hiciera falta para, con un agitar de varita mágica, eliminar el problema que tenemos.
¿Cuándo tengo que bañar a mi perro?
Ya sabemos que debido a la neotenia tenemos en casa un peludo con ganas de jugar y permanecer cachorro todo el tiempo. Además de esto como buenos cachorrotes, lo sean o no, disfrutan restregándose contra olores para nosotros poco acertados, correteando por el barro, visitando todos los charcos que se encuentren y, en definitiva, no piensan demasiado en las consecuencias de no llevar una higiene que para los humanos es fundamental. Y digo bien, «para los humanos«, pues nadie podrá negar que los perros se cuidan mucho de tener la máxima higiene que para su especie se necesita.
Neotenia: ¿por qué mi perro se comporta como un cachorro?
Hoy en traigo un tema que me parece muy interesante. Con frecuencia vemos a perros adultos corriendo como cachorros, gritando como cachorros, jugando sin parar como cachorros… comportándose, en definitiva, como cachorros, aunque ya tengan más de 3 ó 4 años. ¿Por qué? Y es la respuesta a esta pregunta la que me parece emocionante 😉
La importancia de las experiencias del cachorro
Continuamente escuchamos que es muy importante la primera etapa de la vida del cachorro para tener un perro adulto equilibrado. Hay unas fechas muy bien definidas sobre los cambios que va teniendo nuestro cachorro, día a día y semana a semana, donde se van despertando sus instintos y capacidades, donde van observando y entrando en contacto por primera vez con el mundo. Es una etapa maravillosa y casi mágica, muy importante para nuestro perro y que tendrá un papel decisivo en su comportamiento en el futuro.
Chicken Camp, el curso más eficaz a nivel mundial en formación como entrenadores
¿Alguna vez se te ocurrió que te verías adiestrando gallinas? Pues no es tan raro ver a adiestradores de todo el mundo hacer cursos de «Chicken Camp» para afinar sus técnicas de refuerzo positivo.
¿Y por qué una gallina? ¿Qué tiene de especial? Lo cierto es que si puedes entrenar a una gallina, podrás entrenar prácticamente a cualquier animal. Las gallinas son animales con comportamientos limitados pero lo que aprenden lo aprenden muy bien. Gracias a ese comportamiento limitado, carente de juegos o afectos complejos, se pueden trabajar los aspectos de mayor relevancia en un entrenamiento.
El maltrato no es adiestramiento
Con frecuencia la gente confunde enseñar con aplicar técnicas coercitivas a los perros. Demasidas técnicas dañinas para el animal que podemos ver en la televisión y que por supuesto están en boca de todo el mundo cuando vamos a un parque, e incluso cuando nos topamos con gente que ni siquiera tiene perros.
Está comúnmente aceptado que a los perros hay que enseñarlos con el adiestramiento tradicional, y ante la menor duda, lo más «sensato» es que se nos escape la mano, y, si la situación lo requiere, con algo más de brío que de costumbre.
Diferencias y similitudes de educar a humanos y a perros
¿Por qué educar a un perro no es como educar a un humano? Hago esta pregunta porque con frecuencia me encuentro a personas que se disculpan de antemano al decirme que tratan a su perro como si fuera su niño y que ya saben que está mal. Al margen de juzgar si está bien o si está mal, términos muy relativos y tajantes a la vez, ¿cuáles son las diferencias?
¿Por qué orina un perro?
A veces nos vuelve un poco locos que nuestros perros tengan una necesidad exagerada de orinar… ¿por qué lo hacen? La pregunta no tiene una sola respuesta. El hecho de que un perro orine se debe a cuatro factores, fundamentalmente:
- Una necesidad fisiológica
- Miedo, excitación o ansiedad
- Marcaje
- Problema de salud
7 consejos para introducir una caseta o transportín
Si eres una de esas personas que ha querido comprar un transportín o una caseta a su perro y te has encontrado con que la reación de tu mejor amigo no es precisamente la que buscabas, no te preocupes, este artículo va a intentar ayudarte a crear el ambiente necesario para que tu perrete lo utilice y se sienta cómodo dentro.
¿Con qué podemos educar a un perro?
A veces la teoría es relativamente sencilla, pero la pregunta es: ¿cómo consigo los resultados?
Que la fuerza y la coacción funcionan en muchos casos, no cabe duda. Funcionan sobre las necesidades o deseos de la persona de que el perro haga o deje de hacer, aunque no se tenga en cuenta al perro para nada, ni sus emociones ni sus sentimientos. Y por no extenderme en esto, digamos simplemente que «funciona». Sin embargo, dejando de lado la parte más primitiva del ser humano y centrándonos en el respeto hacia ellos, encontramos también cantidad de recursos para poder trabajar con los peludos.