Me resulta imposible cambiar de año sin echar un poquito la vista atrás (un poquito, no demasiado…) y pensar en lo que me deparará 2016 (un poquito… tampoco demasiado).
Veo en 2015 cantidad de maravillosas experiencias rodeada de maravillosas compañías; unas que se han ido fortaleciendo y afianzando, otras nuevas con las que da gusto compartir ilusiones y entrenamientos, algunas emergidas como una agradable sorpresa…