Dejémosles hacer pis

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¿Tienes una perra que se pasa los paseos marcando allá donde hay una esquina? ¿Quizá un perro que anda 10 metros en 25 minutos? ¿Te parecen eternos los paseos entre «pis y pis» y a veces incluso te incomoda, y evitas que lo haga? Hoy te hablamos de la importancia de dejar a los perros y las perras hacer pis con tranquilidad. ¡No te pierdas este interesante artículo!

Adoramos a nuestros/as peludos/as. Les proporcionamos comida, cobijo, una camita, paseos… todo lo que puedan necesitar para cubrir sus necesidades. Y ellos nos lo agradecen, seguro. Pero hay un inconveniente. Elegimos qué comida y cuándo la ponemos a su disposición. La hora y recorrido del paseo y el vecindario donde viven, el tipo de cama y el lugar donde la ponemos… recortando su capacidad de elección en muchos aspectos de su vida.

Podemos intentar adaptarnos a ellos en varias de estas cosas (por ejemplo, el lugar de la casa donde prefieren dormir), y desgraciadamente, en otras no (los horarios de paseo, el entorno donde viven).

Nuestra perspectiva como educadores caninos siempre es intentar que el perro controle/elija/gestione por sí mismo el mayor número de aspecto de su vida: la capacidad de elección y gestión les hace más felices y mejora su habilidad para resolver problemas, tanto cognitivos como sociales (exactamente igual que nosotras).

¿Qué tiene esto que ver con hacer pis y caca?

Mientras que estas tareas son un momento de intimidad para nosotros, y un asunto ligeramente tabú en nuestra sociedad (no es un tema de conversación muy habitual, ¿verdad?), para los perros y las perras es justo todo lo contrario: un comportamiento social.

Ya sabemos que nuestras perras perciben el mundo a través de sus narices, su principal sentido es el olfato. Y que se saludan y conocen entre ellos oliéndose (de cerca o de lejos). Así que podemos entender la importancia de ir haciendo pis (y caca) en sitios estratégicos donde dejar mensajes para el resto del mundo.

Cada vez que hacen pis en un sitio están dejando una carta, un currículum, un expediente médico, un e-mail, al resto de peludos del barrio: he pasado por aquí, estoy sano, soy un macho, suelo pasar por aquí a esta hora… Y para los perros que ya me conocen: “que sepas que he olido tu pis, aquí te dejo el mío para que sepas que recibí tu mensaje y que yo estoy bien también”.

De hecho hay tanta información en la orina que si os fijáis, muchos perros cuando se conocen, lo primero que hacen es ir a hacer pis para que el otro pueda olerlo y sacar la información más fácilmente.

Y no solo se dirigen a otros/as perros/as. Es realmente curioso ver a nuestro Kimi mear enfrente del bar donde siempre le dan una chuche cada vez que lo encuentra cerrado: “chicas, he pasado por aquí pero no estabais, que lo sepáis,”. Si el bar está abierto y saluda a sus amigas (chuche incluída), nunca hace pis.

La eliminación no es un mero proceso fisiológico para ellos, es un importantísimo comportamiento social. Impedir que puedan desarrollar este comportamiento es casi tan grave como impedir que se relacionen con otras perras en interacciones directas. Hacer pis en el sitio correcto es como poner un tweet, escribir en el muro de facebook, poner un comentario en un grupo de whatsapp que ya leerá cada uno en su momento.

Por eso es importante para un perro que tiene jardín o finca salir a hacer sus cosas fuera, no es suficiente ese espacio para aliviar sus necesidades sociales, solo las fisiológicas.

Por eso hay que pasear al ritmo de la nariz y la vejiga de nuestros peludos, que elijan la ruta en la medida de lo posible y que hagan pis donde consideren necesario (siempre que sea posible, no vayamos a dejarla hacer pis en la puerta de entrada al edificio). Es realmente importante para ellos/as. No les metas prisa, no tires de la correa porque se para y tú vas mirando el móvil, no te molestes porque aquél arbusto es EL ARBUSTO y hay que llegar allí a toda costa.

Es una faceta básica para el desarrollo social de nuestra peluda, y, ¡ojo!, no desempeñar esta faceta social puede ser motivo de un aumento en el estrés del perro que saldrá a la luz en algún otro comportamiento.

Sobre el autor


Miguel Álvarez López

Educador canino, Técnico en IAA y Licenciado en psicología. Rodeado de peludos gran parte de su vida, está sumergido de cabeza en el mundo canino.

Miguel Álvarez LópezDejémosles hacer pis

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  • Dani - 26 de enero de 2023 reply

    Buenas tardes,

    Post muy interesante e instructivo.
    Me ha encantado la analogía pis/caca con currículum/carta de presentación.
    Pensaba que cuando marcaban un sitio era solo eso, decir: «eh, aquí he estado yo».
    Pero no toda la información asociada, el mensaje en sí.

    Muchas gracias por compartir.

    Si os apetece os podéis pasar por mi blog a saludar o comentar.
    vidadeperros

    Un abrazo

  • Bárbara Erce Camino - 9 de octubre de 2022 reply

    Buenos días.
    Hemos tenido una perrita en acogida y ahora está de nuevo en la protectora pues el casero no nos permite tenerla en casa. La asociación después de seis intentos de adopción con devolución de la perrita la ha llevado a una residencia. Las educadoras nos recomiendan no ir a ver a la perra para que se desvincule de nosotras pero somos las únicas personas con las que mantiene un referente y las que la hemos cuidado. Dicen que la stresamos mucho, son picos de stres que le dan en los paseos en los que corre dando vueltas, siempre después de hacer casa, se pone como loca de alegría. Le da por morder la correa y juega con el paseador saltando encima usando la boca y dejando grandes moretones. Como queriendo jugar sin control. Se le pasa, es muy difícil poder pararla, es ella la que baja su nivel de stres, volvemos y descansa horas como un bebé. Es muy cachorra aun. No sabemos edad exacta, año y poco. Si el paseo se hace soltando la correa corre y juega observando a los demás perros, interviene con los de su tamaño, nos busca con la mirada, va y viene en ese momento es raro que le de ese stres. Ahora no nos dejan ir a verla y la persona que la va a pasear ha recomendado paseos muy cortos para evitar el stres. Esta en una resi que es puro campo.
    Estamos contentas porque está en una resi y en el campo y podrá descansar de tanta ida i vuelta de familia en familia. La devuelven pq es una perra que en casa cuando le da el pico de estrés lo muerde todo, lo coge todo. No creemos que sea el mejor método. Aunque no somos nosotras profesionales. Lo que nos sale con sentido común es el acompañarla y que vea que no está sola. Enséñale a estar con otros perros, a que corra por el campo, a aprovechar el tiempo para ver por qué tiene esos picos de stres que dicen y ponerles una solución. Podrían comentarnos como harían ustedes ante una situación así?

    Miriam Sainz - 20 de octubre de 2022 reply

    Respuesta por Miguel Álvarez:

    Hola, gracias por tu consulta. Por lo que cuentas, parece que en la residencia está feliz y libre con terreno para correr, pero no tiene interacción con personas. Así que, a parte de los picos de estrés propios de su edad, es probable que el paseo atada sea también estresante, mordiendo la correa para liberarlo, o jugando sin control en la mordida, por ejemplo. Personalmente no veo mal que vayáis a verla, pero en lugar de dedicar el tiempo al paseo, lo dedicaría a proponerle cosas que centren su atención, como juegos de olfato, o ejercicios de adiestramiento básico, especialmente los relacionados con el autocontrol. Aunque nos pueda parecer lo contrario, esto es igual de divertido para la perra que el paseo, y mucho menos desorganizado. Irá aprendiendo de un modo divertido a tener autocontrol, a fijar su atención y gestionar situaciones. Incluso intentar estar con ella en calma, sin hacer nada, simplemente relajados viendo pasar el mundo. Es un error muy común pensar que la única manera de relajar a una perra es haciendo que haga mucho ejercicio, pues lo más probable es que así lo que hagamos sea excitarla y que tenga comportamientos fuera de control.

    Maria Dolores - 2 de noviembre de 2022 reply

    Adopte un macho mestizo de rough collie con año y medio. Estuvo encerrado en un patio, en una perrera y con una familia que lo devolvió a los cuatro días porque mordía . No sé nada más de él. Ahora tendrá unos cuatro años. Llegó con mucho miedo, a personas y a perros y a todo lo que le rodea.(Creo que le pegaron).Ahora con nosotros está muy bien , se deja acariciar, lavar, cepillar, abrazar, todo genial pero…en los paseos se muestra receloso con algunos perros, y a algunos les ladra y los quiere morder. Solo quiere jugar con cachorros, se vuelve loquito con ellos . El verdadero problema está en que cuando salgo a pasear con mi otra perra ( de 14 años) , mi perro sale de casa excitado y en alerta y cuando ve un perro a lo lejos ladra con desesperación , no quiere que se acerque ningún perro a mi perra. Entra en zona roja y si intento tirar de él, se gira y me muerde. Ya me ha mordido varias veces y me ha hecho moratones y heridas. Cuando vamos sin la perra va muchísimo más tranquilo. No me puedo permitir un profesional y el tema me preocupa pués no sé qué le pasa , me preocupa que muerda a alguien que no sea yo y no sé cómo ayudarle, pués se que sufre cuando se pone así. No sé qué hacer.

    Miriam Sainz - 9 de noviembre de 2022 reply

    Hola María, muchas gracias por tu comentario.

    Según te leo mi primer pensamiento es que no le vuelvas a sacar junto con la perra. Por un lado evitamos el comportamiento que no queremos pero por otro y para mí aún más importante, dejamos de estimular esa ansiedad y esa necesidad de protección.

    Necesitas determinar de manera muy clara a qué distancia es capaz de mantenerse atento pero no reaccionar a otro perro. A partir de ahí considerar de qué forma le puedes desviar la atención hacia ti o hacia otro lado. Si no puedes, la próxima vez tendrás que dar más espacio. Y una vez que tengas clara esa distancia, podrás empezar a reducirla muy paulatinamente, y teniendo en cuenta que no va a ser cada vez más pequeña, sino que la irás reduciendo en base a una media.

    Me explico con un ejemplo: tenemos una distancia de seguridad de 10 metros. En el próximo intento reducimos
    a 9 metros. La siguiente vez, será 9,5m. De esta manera seguirás trabajando pero reducirás presión y ansiedad.
    Quizá continuemos con ocho metros y medio, y si todo va muy bien a la siguiente mantenemos 8. Pero después de todo ese esfuerzo, volvemos a los 10 y a los 9 metros. Y así vamos reduciendo siempre pendientes de su estado emocional.

    Tendrás que observar muy bien si puedes trabajarlo todos los días y durante 5 o 10 minutos, o si necesitas hacerlo a días alternos o incluso menos, dependiendo de cómo le afecte al resto del día.

    Por otro lado y en relación a que te muerde, me pregunto si también lo hace cuando no tiras de él pero te mantienes quieta, como si fueras una farola.

    Y por último también me planteo qué pasa con esos cachorros cuando crecen. ¿Has podido mantener la relación con ellos para ver si se mantiene juguetón o al menos respetuoso?¿O una vez que crecen cambia inevitablemente?

    Espero que te ayude. Cuéntame si haces algún progreso.

    Un saludo

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