Un perro adoptado en casa

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Es alentador ver cómo hay gente con un gran corazón preocupados por el bienestar de los animales, que se decide por ir a adoptar uno de los muchos miles de perros/as que esperan una oportunidad en una protectora o albergue. Sin embargo, tener un gran corazón no sirve demasiado cuando no se tiene el conocimiento adecuado de qué hacer con el recién llegado…

En muchas ocasiones la gente confunde haber abierto su corazón a un perro adoptado con la obligación por parte del peludo de dar su amor incondicionalmente desde el minuto uno, y no es así – o no tiene por qué serlo. En primer lugar, cuando vayas a escoger un perro en adopción, deberías visitar varias veces el lugar de donde va a ser recogido, interactuar con el perrete y conseguir que te reconozca y se sienta cómodo contigo. Si tienes la posibilidad, sería estupendo poder sacarle a dar un paseo, acercarle al coche donde en otro momento lo llevarás a su nuevo hogar o darle de comer de tu mano cerca de la familia con la que compartirá su vida y cerca también del coche. Esto no es completamente necesario, pero desde luego habrás ganado mucha confianza que será necesaria desde el instante en el que decidas compartir tu vidas con él/ella. Si tienes más perros, comparte estos ratos también con ellos para que vayan conociéndose.

Algunos consejos:

  • Cuando el día haya llegado, ve con tiempo. Olvídate de recogerlo con el reloj en la mano, pues vas a comenzar con un mal pie si tienes que llegar a algún otro sitio. Además, piensa que es un día para dedicarle enteramente a tu perro, desde por la mañana hasta por la noche… y a partir de ahí, hasta el resto de su vida.
  • No olvides llevarte una bolsita del pienso que esté comiendo para que pueda hacer la transición al que tú le vayas a dar poco a poco. Consulta las instrucciones de la nueva marca para saber las medidas correctas de las mezclas que debes hacer.
  • Cuando vayas a sacarlo intenta que la transición sea suave, que no haya grandes emociones de despedida.
  • Permítele ir olfateando allá por donde ande, mirando lo que tenga que mirar, sin tirones de correa. No te preocupes por no ir en dirección directa al coche… ¡recuerda que no llevas prisa!
  • Cuando llegues al coche, deja las puertas abiertas para que pueda ver y olfatear qué hay dentro. No le obligues a pasar. Lo normal es que no se meta dentro a la primera de cambio, así que una buena idea es meter comida en el interior, en la zona que tengas delimitada para que viaje de forma segura, y esperar a que despierte su interés para querer comerlo. Tardará… ¡no desesperes! Es posible que no haya conocido un coche o, aún peor, que el día que se montó en uno su experiencia haya sido algo traumática.
    No le obligues
  • Si has probado los manjares más suculentos para el peludo y no hay forma de que venza sus miedos para montarse solo en el coche, lamento decirte que la mejor opción es dejar al perro de nuevo en su jaula y volver a probar suerte otro día. ¿Qué prisa tienes? ¡Lo vas a disfrutar toda su vida!
  • La bajada del coche se debe realizar de la misma manera. Deja que sea el perro el que decida cuándo bajar. Puedes ayudarte con algo más de comida. Ten cuidado con haberle saciado antes, o tendrá que hacer noche en el garaje…
  • Si tienes otros perros, no lo metas en casa sin que se conozcan antes de un buen paseo. Lo ideal es ir a un lugar cerrado (un pipi can o similar) donde puedan interactuar a su aire, sin indicaciones tuyas. ¡Ellos son perros! Sabrán entenderse (dando por hecho que no tienen ningún problema de conducta, por supuesto)
  • Una vez en casa, déjale que husmee por donde quiera. En este primer momento debe tener vía libre para saber dónde ha ido a parar. Ten especial cuidado en que en los lugares que más adelante no podrá pasar, no haya nada que pueda interesarle y resulten sin embargo de lo más aburridos.
    Permítele olfatear la casa
  • Deberás haber preparado un lugar para tu perro. Pon en esa zona agua y algo de comida, así como algunos juguetes. Si tienes más perros esto probablemente no sea necesario. El mismo olor de los otros peludos le harán saber que ese es el lugar de descanso. Vigila cómo se comportan todos y no actúes a no ser que sea completamente necesario.
  • Déjale tranquilo. Está desorientado y nadie puede explicarle qué ha pasado con el bullicio, los olores y la gente de la protectora o albergue. No es necesario que te separes de él, de hecho, lo mejor es que al menos tenga contacto visual contigo, pero déjale relajado si es lo que quiere.
    Prepara su espacio con comida y algún juguete
  • Permite al perro tener su tiempo. Debe ser su decisión salir a buscarte. Si ves que tiene miedo, siéntate en el suelo o ponte en cuclillas. Que sea él quien se acerque, y si se aparta cuando le acaricias, dale más tiempo hasta poder hacerle mimos.
    Dejarle acercarse
  • Los que conocemos las protectoras de cerca y hemos adoptado o llevado a alguno de ellos a casa, sabemos bien que el olor que traen es muy penetrante y desagradable. Sin embargo no es aconsejable que bañes al perro recién llegado… ni en los próximos días. Ahora es parte de tu familia y tendrás que aprender su lenguaje, pero solo cuando veas al perro preparado será el momento. Si ves que no le está gustando o que tiene miedo, por favor, para. Mi consejo es que si tienes la oportunidad, le lleves a un río o lago, que además de poder pasárselo bien, puede ayudarte a camuflar el olor.
    No duches al perro
  • Es muy normal que los perros adoptados tengan ansiedad por la comida y/o la bebida. Por eso es fundamental que tengan un horario estricto y que puedan predecir la hora de comer. Solo sabiendo que no les faltará sustento irán reduciendo su ansiedad. Déjale comer tranquilo. También aconsejo que las primeras croquetillas de pienso de cada comida, se las des tú en la mano.
  • Intenta darle 3 o 4 tomas diarias de comida. Distribuye lo que debería comer al día en varias tomas y alárgalo el mayor tiempo posible en cuanto a días. Así no sentirá la necesidad de comer puesto que cada pocas horas podrá hacerlo de nuevo.
    Mantén la rutina de comidas
  • Los primeros días a la hora de jugar, ten cuidado con «pasarle por encima». Si ves que retrocede, échate hacia atrás. Juega flexionando las rodillas o de cuclillas, y mejor si las manos las mueves por debajo de su cabeza y no por encima. Si ves que los juegos de tirar o «de pegarse» son muy bruscos de momento, prueba a esconder cosas o mover las manos para que pueda pillarlas.
    juega sin invadir su espacio
  • Ayúdate de la experiencia de un adiestrador canino, que pueda explicarte las señale del perro y la forma correcta de hacer las cosas. Además, una buena educación social será muy beneficiosa tanto para ti como para tu nuevo compañero.
    Consulta profesional

Puedes descargarte la guía aquí para tener en casa o poder dársela a quien la pueda necesitar.

¿Quieres darla para los adoptantes de tu protectora? ¡Pídemela aqui!

Cada perro es un mundo, pero estos son al menos algunos de los consejos para las situaciones más habituales cuando estamos hablando de perros adoptados. ¿Crees que hay algo que me haya saltado y que a ti te pueda ayudar o recuerdes que te hubiera sido útil con tu perro adoptado?

Sobre la autora


Miriam Sainz

Técnica y Experta en Intervenciones Asistidas con Animales, Educadora Canina especialista en conducta y entrenadora multiespecie. Integradora Social. CEO de Sentido Animal.

Miriam SainzUn perro adoptado en casa

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  • Cova - 22 de agosto de 2017 reply

    Hola Miriam,nosotros adoptamos un perrete de unos 3 años en una protectora,venía de un Síndrome de Noé estaba, junto a otros 30 perros en una finca. Los dos primeros días no tuvimos problemas para que bajara a la calle y paseara,tranquilamente,oliéndolo todo,parándose cuando quería. Paseos cortitos para que se hiciera al barrio. El segundo día ya hizo sus cosas en la calley duerme perfectamente,nosotros encantados. Pero el tercer día vino uno de los chicos de la protectora para entregarnos unos papeles,se le subía encima y quería irse en su coche. Al siguiente paseo ya no quería moverse al salir a la calle,lo incentivamos con premios y parecía que iba bien pero al siguiente día nada,es llegar al portal y quedarse quieto y ahora ni eso,ya no quiere salir de la puerta de casa,ni con premios,juguetes…nada. Qué podemos hacer? Muchas gracias.

    Miriam Sainz - 25 de agosto de 2017 reply

    Hola Cova, gracias por tu comentario.

    Os diría que os armáseis de paciencia. Ve muy despacito con él. Si no quiere salir, no le obligues. No sé qué tamaño tiene el perro como para poder cogerle en brazos, que a veces puede ser una solución, si está tranquilo, para poder bajarlo a la calle.

    Respeta mucho sus necesidades, y tanto si es por pena, ansiedad o desconcierto, no hagáis que todo lo relacionado con la calle conlleve estrés (por que sí o sí tiene que salir).

    Dadle la oportunidad de salir con vosotros varias veces al día, sin más. Si le apetece salir, fenomenal, si no, volvéis a entrar o a salir vosotros, según necesitéis. Incluso manteninedo la puerta abierta durante varios minutos.

    No tengo ni idea de cuál es vuestra situación, pero incluso si se pone contento cuando regresáis a casa, que «la fiesta» por veros sea en el propio portal, no dentro de casa.

    Es complicado Cova, porque se me ocurren varias cosas que puede que le den resultado o no, pero para poder hacer una buena terapia tendría que estar supervisado por algún profesional para determinar en cada caso si es conveniente continuar por ese camino o si lo que estamos haciendo es fomentar que no tenga intención de salir, generarle altos niveles de estrés o ir paso a paso arreglando la situación.

    ¿Cómo está el perro ahora?

    Covadonga - 27 de agosto de 2017 reply

    Hola Miriam,gracias por contestar,nuestro perro es pequeño,unos 7 kilos,hemos logrado que se sienta más cómodo en la calle y ya damos paseos de 40/45 minutos,es cierto que según cómo esté y la cantidad de gente o ruido que haya pasea mejor o peor,pero es una gran mejoría. Aún le cuesta salir de casa pero si estamos los dos lo hace mejor que estando uno solo. Vamos poco a poco,sin forzarle,le abro la puerta y me siento en el descansillo,cuando quiere se acerca,vuelve a casa,se acerca… y así un rato todos los días para que se acostumbre. Hemos decidido ponernos en manos de un profesional para mejorar nosotros y él,así que esperamos solucionarlo y disfrutar de nuestro peludo.

    Miriam Sainz - 28 de agosto de 2017 reply

    Me alegro mucho Cova, es la mejor decisión que podíais tomar.

    Cuando los peludos tienen un problema el camino más rápido y que conseguirá mayor bienestar en el perro es solucionarlo cuanto antes de manos de un/a profesional que pueda guiaros.

    Espero que vaya fenomenal y que pronto puedas escribirme con tu experiencia y espléndidas noticias 🙂

    Un saludo.

  • Elisa - 3 de septiembre de 2016 reply

    Buenas noches Miriam, quería comentarte el caso de mi perra.
    El lunes pasado adopté a dos perros, una hembra de tamaño mediano de unos 4-5 meses y un macho pequeño de 2 o 3 meses. La hembra es muy activa, desde que la vi en la jaula del refugio me llamó la atención porque todos los demás perros estaban delante de la puerta esperándome y ella iba de un lado a otro corriendo sin hacer caso a nadie ni a nada. Ya en ese momento vi lo activa que era, pero la verdad es que no me esperaba lo siguiente: al comer/beber es muy impulsiva, a veces incluso se atraganta. No sé si la pobre habrá pasado hambre o qué tipo de trato le habrán dado, pues antes de mí ya la adoptaron y la devolvieron por revoltosa, pero la cuestión es que acaba su comida muy pronto y enseguida intenta quitarle la suya al pequeño. No sé si hago bien en meterme por medio, pero el caso es que en un par de ocasiones la he apartado y me ha gruñido fuertemente, he seguido apartándola y ha hecho el amago de morderme. No parece que quiera hacerme daño, pero sí intimidarme. No lleva ni una semana con nosotros, así que supongo que tendrá que acostumbrarse y cogernos confianza, pero aún así no sé cómo reaccionar para poner remedio cuanto antes y que esto no termine en agresividad.
    Muchas gracias, un saludo.

    Miriam Sainz Sánchez - 5 de septiembre de 2016 reply

    Hola Elisa, muchas gracias por tu mensaje.

    Tener dos perros adoptados a la vez te va a suponer un gran esfuerzo, ¡no decaigas! Con un buen trabajo verás que en breve habrá merecido la pena.

    Te paso un artículo sobre la ansiedad por la comida, que creo que puede ayudarte: https://www.sentidoanimal.es/ansiedad-por-la-comida/

    Fíjate… acabas de adoptar a una perra cuyo pasado no conoces, y ya le estás pidiendo que tenga suficiente confianza en ti como para apartarse de la comida (su supervivencia) y que además lo haga de buena gana… ¡no es un buen comienzo! No le pongas a prueba, porque generarás desconfianza y aumentarás su necesidad de proteger los recursos que tiene, sobretodo si son comida y agua.

    Tampoco es justo para el otro pequeño que ella vaya a comérselo todo, y además también le puede generar ansiedad por terminar la comida lo antes posible para que eso no pase.

    Pon a los perros en lugares diferentes que no estén comunicados, para que de esa manera ambos sepan que la comida que tienen es suya, y que nadie va a venir a quitársela. Además, según pasen los días, tu perra entenderá que no debe preocuparse por su comida, que le va a llegar todos los días a las mismas horas (dale varias veces de comer al día y siempre a la misma hora) y que la que comida que tiene delante es la que va a poder comer, no más (ni menos).

    Prueba los consejos que daoy en el artículo que te he pasado y vete contándome qué tal va. Ah… y si te acercas a su comida, que sea para darle más, no para que piense que se la vas a quitar 😉

  • Conchi - 20 de junio de 2016 reply

    Mi pareja y yo adoptamos a una hembra de teckel mestiza a mediados de febrero, conmigo tiene muy buena relación, en apenas un mes nos hicimos inseparables, pero con mi pareja no hay manera,le ladra y le teme solo con oír su voz. Ambos salimos y estamos con ella,pero con mi pareja se comporta totalmente de forma diferente que conmigo. Una adiestradora nos puso unas pautas a seguir,pero yo no aprecio ningún cambio,al revés ,alguna vez le intenta morder. No sabemos que hacer. Mi pareja la adora y sentimos mucho esta situación. Cualquier aportación nos será de gran ayuda. Muchas gracias.

    Miriam Sainz Sánchez - 22 de junio de 2016 reply

    Hola Conchi, ¿qué pautas estáis siguiendo con la perrilla?

  • Marisol Gomez - 21 de marzo de 2016 reply

    Hola!
    Acabo de adoptar a una perrita de un año. Antes de eso fui a vistarla durante cuatro domingos al albergue, la paseé, la bañé e incluso le enseñé a sentarse y acostarse. Ella vivió en el albergue desde que tenía tres meses pero parece estar adaptándose muy bien. Come y toma agua del lugar donde se la dejamos y le gusta la cama que le pusimos en la sala para que esté con nosotros. Lo que queremos ahora es que duerma dentro de su casa (en el jardin) pero no le gusta nada. No quiere meterse, pero no quiero que le de frio en la noche, ¿que puedo hacer?

    Miriam Sainz Sánchez - 24 de marzo de 2016 reply

    Hola Marisol y muchas gracias por tu comentario.
    Te mando un enlace de otro artículo que escribí referente a este tema, a ver si te puede ayudar.
    Cualquier duda de cómo hacerlo, ¡no dejes de comentármela!
    https://www.sentidoanimal.es/7-consejos-para-introducir-una-caseta-o-transportin/
    Un saludo.

  • mara - 12 de febrero de 2016 reply

    Buenas tarde adopte un perro hace 40 días y aunque vemos que esta mejor que cuando llego hay veces que tiene comportamientos que no entendemos hoy x ej llego de trabajar y el se asoma a la ventana con mi marido lo acaricio y de buenas a primera me gruñe e intenta morderme no entendemos esta actitud y aunque no queremos devolverlo hay veces que estamos muy desanimados con esas actitudes que no entendemos ni sabemos que hacer ya a mi marido le a mordido dos veces

    Miriam Sainz Sánchez - 13 de febrero de 2016 reply

    Hola Mara y gracias por compartir tu experiencia.
    No sé qué puede estar pasando para que el perro os gruña e incluso llegue a morderos con la información que me das.
    Sería estupendo que os pudieran contar algo de su historia en la protectora o perrera donde estuviera.

    Vigila qué es lo que hace que salte la chispa. ¿En qué circunstancias mordió a tu marido?¿Qué había cerca, qué había pasado antes, qué estaba ocurriendo en ese momento?

    Por acotar un poco sobre lo que me dices, y sabiendo que puede haber otras causas, utiliza las caricias para reforzarle a él, ¡no porque te gusten a ti! ¿Te gruñe cuando le acaricias la cabeza?¡No lo hagas! ¿Es quizá alguna otra parte del cuerpo?¿Por el tipo de caricia que le das? ¡Puede ser por muchas cosas! En cualquier caso, deja de hacerlo tal y como él te dice que no quiere que lo hagas. Encontraréis otras formas de daros cariño.

    Te aconsejo que busques por tu zona algún entrenador que no trabaje con violencia y sí con respeto al perro, para que pueda asesoraros viendo la situación en persona.

    Cuéntame cómo os va. Es cuestión de observar y apuntar qué ocurre, para poder atajar el problema.

    Un saludo.

  • Pilar - 16 de diciembre de 2015 reply

    Asi lo estamos haciendo, aprendemos la una de la otra, ella me mira cada rato y si no me ve me busca, yo la voy dejando sin llamarla, gracias por tus consejos contribuyen a que yo este mas tranquila y asi Kira tambien.

  • Pilar - 15 de diciembre de 2015 reply

    Eso es lo que hago, como parece que en el sofa se siente segura, duerme toda la noche en él y durante el dia siempre esta en la sala le he puesto un cuenco con agua y otro con comida, come un poco y cuando noto que tiene el morrito seca mojo mi mano y ella va lamiendo, metiendo mi mano en el agua bebe un poco. Es curioso pero con la comida es cuando menos relajada se nota, como si le diera miedo comer y beber, supongo que poco a poco ira perfiendolo.
    Pasea bien, se asusta de los imprevistos, ruidos p, pero solo hace sus necesidades si le quito la correa y se aleja un poco, me da un poco de miedo pero si se aleja mucho y la llamo se queda parada, pero es la unica manera de que orine y defeque.

    Miriam Sainz Sánchez - 16 de diciembre de 2015 reply

    No te preocupes por su tensión delante de la comida. Es frecuente que no se encuentre cómoda, y más si viene de una perrera o protectora donde haya estado con más perros.Puedes probar a quitar el cuenco y dejar únicamente la comida en una mantita o tozo de papel. Prueba a ver si así está un poquito más tranquila. No obstante, si come bien de tu mano y no te resulta molesto, puedes dárselo así para que vaya cogiendo confianza.
    Intentaría no llamarla cuando se aleja, sobretodo si te da algo de miedo que se vaya. Es preferible que la sueltes en un pipi can o lugar cerrado a que pueda interpretar tensión o miedo en tu tono de voz. También tienes la alternativa de una cuerda larga para que pueda alejarse un poco sin peligro.

  • Pilar - 13 de diciembre de 2015 reply

    Hace un dia que he adoptado una perrita, es bastante miedosa, pero sale bien a la calle, se deja tocar en fin muy bien pero no bebe ni come si no se lo dan en la mano, sobretodo me preocupa el agua, ya que la comida poco a poco se la doy, como puedo conseguir que beba?

    Miriam Sainz Sánchez - 15 de diciembre de 2015 reply

    Buenos días Pilar.
    Asegúrate de que el cuenco del agua sea adecuado para la morfología de la perrilla, en primer lugar.
    Si es una perra insegura, déjala varios cuencos de agua por la casa, de forma que encuentre cuál es el lugar en el que más tranquila se siente para poder beber sin problema.
    No la fuerces nunca a comer ni a beber. Cuando ella considere y se sienta segura de ello, o cuando la necesidad sea muy alta, beberá. Asegúrate de que encuentre entonces un cuenco cerca que la anime a ello.
    ¡Ve contándome!

  • Maria Jose - 8 de septiembre de 2015 reply

    Hola Miriam, muy buenos tus consejos. Tras la experiencia de adoptar a dos perras y haber pedido ayuda a un educador canino, añadiría las reglas del refuerzo positivo:
    1. No regañar ni darles atención cuando hacen de las suyas. Es mejor ignorar (no mirar, no hablar, no tocar) cuando ladran o hacen cosas que no queremos y
    2. tener chuches en trocitos por la casa y la sonrisa lista para premiar todas las señales de calma (por ej: si están tumbados desde hace un rato, si esperan sin ladrar por su comida o cuando te miran durante el paseo).
    Finalmente conocer su lenguaje corporal y siempre fomentar la calma y la colaboración (que no la sumisión!) entre ambos.
    Un saludo!

    Miriam Sainz Sánchez - 9 de septiembre de 2015 reply

    ¡Estupendo María José!
    Muchas gracias por tu comentario 🙂

  • Tiare Moya - 16 de agosto de 2015 reply

    Hola Miriam, necesito orientación…. Te cuento, tengo un perrito Bichon Frise en casa de 7 años, el es muy bien educado, y ultra regalón (no esta esterilizado) siempre esta dentro de la casa. La semana pasada adopte a una perrita Shar Pei de 8 años aprox, que andaba abandonada bajo la lluvia, en 2 días tomo confianza e inspecciono toda la casa. El problema es que ayer mordió al perro de la casa sin ninguna razón, al Bichon, y mi papa la golpeo 🙁 lo extraño fue que ya habían tenido contacto antes y ni siquiera un gruñido. Ahora el Bichon le tiene miedo y no quiere salir al patio :/ .
    Que tengo que hacer para que se acostumbren? o que tengo que hacer para enseñarle a la Shar pei a respetar a los otros animales de la casa? También hay una gata (mascota de mi hermano).

    De ante mano, muchas gracias.
    Saludos
    Tiare M

    Miriam Sainz Sánchez - 18 de agosto de 2015 reply

    Hola Tiare, gracias por escribir tu comentario.

    Tienes una situación un poco complicada en casa, pero te cuento algunas cosillas que espero que te puedan ayudar.
    Me encantaría saber qué tipo de mordisco dio al bihchón (sangró, marcó, acorraló…) y si podrías reproducir un poco la situación. A veces es complicado de identificar, pero los perros no muerden «porque sí». Protección de recursos (comida, pelota, sofá), molestias de algo que están haciendo, sensibilidad a algún cambio en la casa, por mínimo que sea, etc..

    Tener a dos perros juntos en un mismo espacio sin que se conozcan puede ser complicado, sobretodo si no están acostumbrados a sus señales, sus necesidades de clama o juego y sus formas de ser. La Shar Pei respetará al resto de animales cuando sepa que no hay peligro y sepa a qué atenerse, pero esto puede llevarte un tiempo. No tiene por qué querer estar con ellos, cada uno tiene su carácter como nos pasa a los humanos, pero puede aprender a respetarlos o a ignorarlos.

    No dejes nunca a la Shar Pei sin supervisión en presencia de los otros animales, ahora mismo no conocéis cómo pueden actuar (tampoco los de la casa, pues la perra es un nuevo estímulo para ellos al que no están acostumbrados).
    El proceso es largo pero no es muy complicado de aplicar por un adiestrador profesional. Sin embargo puede resultaros un mundo identificar las señales y el nivel de tolerancia, estrés y ansiedad que pueden soportar unos y otros. Te diría que contactases con algún profesional (¡en positivo!) que pudiera echaros una mano.
    Mientras tanto, evitad el contacto de la Shar Pei con el resto de animales. Si pueden verse, maravilloso, apuntad las reacciones de unos y otros para poder pasarlo a quien vaya a ayudaros a casa. No peguéis ni asustéis a ningún animal de la casa, la presión ya la tienen ellos y el castigo no ayuda a que la conducta mejore, en ningún caso. Si no os veis capaces de gestionarlo, evitad cualquier tipo de contacto por el momento.
    Vigilad también el comportamiento del bichón a partir de este episodio, no sólo con la Shar Pei si no con el resto de animales y con los perros que conozca de la calle (y los que no conozca). Serán datos muy valiosos para poder comenzar a trabajar con ellos.

    Suerte, y cuéntame cómo evolucionan.

  • Yolanda - 28 de abril de 2015 reply

    Buenos días,
    Hoy hace una semana que adopte una perrita de 6 años, de raza galgo. Venia directamente de la perrera, con muchisimos miedos… es cierto que se ha relajado bastante, los pipis no acaba de controlarlos a los horarios en los que la saco, pero la evolucion es genial. Vivo en una casa y es cierto que venia aterraza, pero aunque creo que me ha tomado de referencia porque en los paseos no se separa de mi y ya me deja acariciarla, no quiere subir a casa, se ha acomodado en la entrada y no hay manera, quiero creer que necesita mas tiempo, pero me gustaria saber si la puedo animar de algun modo, aunque creo que que sube cuando no estoy, ayer habia un planta en el suelo… No coge comida de la mano, lo he intentado para motivarla, pero no cuela, jejeje.
    Hasta hoy solo puedo decir que aunque es miedosa en una perrita encantadora y muy prudente. A paseaar de momento solo vamos a unos parque grandes que hay al lado de casa y nunca la entro a los pipi can, porque tiene miedo a los perros. Hago bien?
    Gracias por tu ayuda

    Miriam Sainz Sánchez - 29 de abril de 2015 reply

    Hola Yolanda.

    ¿La entrada es de la casa o del portal? Si es de la casa, yo la dejaría ahí. Ese es el sitio que ha elegido y hasta que no se siente suficientemente confiada como para subir, me olvidaría de ello… Si es un lugar ajeno a tu casa, a lo mejor puedes intentar dejarla en el coche, si crees que puede entrar sin problema. Todo lo que hagas para animarla en este momento, posiblemente lo empeore. Intenta tomarte tooooodo un domingo que no tengas nada que hacer para que la perrita suba. Siéntate con ella y prepárate el bocadillo para el medio día… 😉 simplemente dala confianza estando junto a ella. Poco a poco se convencerá de de que no hay ningún problema.
    Pueden ser las escaleras (si hay) o el ascensor, quizás algún olor, incluso de algún perro que no la guste, puede haber visto sombras o que en algún momento haya oído un golpe, justo cuando iba a subir… Pueden ser mil cosas que habría que evaluar para poder trabajarlo. Por eso te toca normalizar esa situación. Para el domingo ese que te comentaba… no trates de convencerla de ninguna manera. Ya estarás haciendo suficiente con simplemente estar.
    Siento no poder darte mejor ayuda, pero sin ver y evaluar a la perrilla y la situación, es realmente complicado.
    Mucha suerte y espero que nos vayas contando cómo evoluciona todo.

  • Carolina - 24 de febrero de 2015 reply

    Hola, quiero llevarme a mi casa una golden retriever de 3 años por el fallecimiento de su dueña. En mi casa tengo 6 perros y me preocupa que la puedan atacar. Por favor, me podrías aconsejar para saber cómo poder integrarla al resto de los perros (3 hembras y 3 machos)
    Muchas gracias!!

    Miriam Sainz Sánchez - 24 de febrero de 2015 reply

    Hola Carolina.

    Sin estar delante y viendo la situación, solo puedo darte pautas generales, que espero que te puedan ayudar:
    1. Presenta a la golden al resto de perros de uno en uno. No tengas prisa y dales su tiempo (no tiene, y casi diría que no debe, ser a todos el mismo día).
    2. Preséntalos en un espacio neutro, fuera de cualquier lugar que cualquiera de ellos pudiera considerar como propio.
    3. Tómate tiempo para ir presentándolos por parejas y si todo va bien, ir introduciendo a más perros juntos.
    4. Si tienes posibilidad para que entren en casa libremente (porque tengas jardín, por ejemplo), déjales la puerta abierta y que pasen cuando quieran, sin forzar a ninguno a hacerlo.
    5. Evita tener juguetes, huesos para perros o cualquier cosa por la que pudieran pelearse o competir.
    6. Respeta sus espacios. Lo ideal sería que enseñaras cuál será su espacio desde el principio, un lugar en el que pueda descansar y no ser molestada si lo desea.

    Son pautas bastante generales porque como te digo, es difícil ver el caso concreto sin estar allí, sin conocer a tus perros ni a la golden nueva. Por eso te recomiendo que pidas ayuda de un educador profesional (¡en positivo!) que esté por tu zona y que pueda guiarte y evaluar el proceso lo más convenientemente posible.

    ¡Suerte y ya me contarás cómo te ha ido!

  • Gely - 10 de octubre de 2014 reply

    Hola
    Estoy a punto de traerme a casa una perrita de 1 año en acogida y estos consejos me vienen muy bien porque nunca lo he echo antes.
    Me gustaría que me indicaras cómo hacer para enseñarle a hacer sus «cosas» fuera de casa. Ya no es un cachorro, con lo cual, se supone que aguantará más tiempo, pero no estará acostumbrada a hacerlo puesto que lleva tiempo en un chenil. ¿Cómo debo actuar?

    Miriam Sainz Sánchez - 10 de octubre de 2014 reply

    Hola Gely.
    Los perros normalmente no llevan bien hacerse sus necesidades en el lugar donde viven. Dicho esto, el hecho de que haya estado en un chenil, donde muchas veces no tiene más opciones que hacerlo ahí o convivir con las heces y orinas de otros compañeros de chenil, hace a veces un poco lento el cambio de esquemas.
    Como ocurriría con un cachorro, hay momentos que debes tener en cuenta como probables para que la perrilla haga sus necesidades: recién levantada por la mañana, al ratito después de comer (estima media hora pero depende mucho de cada peludo), si ha bebido varias veces, si bebe mucho de golpe o si has estado jugando con ella o ella con más perros (pues su sistema digestivo se pone en marcha con el movimiento).
    Justo antes de que esto ocurra, debes darla la oportunidad de hacerlo fuera de casa. Si no, lo normal es que lo haga dentro porque no tiene la costumbre de aguantarse. Ayúdala a que se desahogue en el lugar que quieres, y procura que lo haga en un sitio donde no tengas que regañarla por hacerlo. Todo lo contrario, ella misma encontrará como un premio poder aliviarse 🙂
    Cuéntame cómo te va cuando la tengas en casa y si tienes situaciones en las que no sabes muy bien cómo actuar, no dudes en consultarme.

  • anna - 8 de octubre de 2014 reply

    Hola y muy buenos consejos, pero yo hace ya cuatro años que tengo a mi perrita adoptada y al dia de hoy aun tiene mucho miedo a muchas, cosas, a gente con la que esta cada dia en casa, se tiene que tener mas paciencia con ellos. Tambien te digo que no la cambiaria por ninguna.

    Miriam Sainz Sánchez - 10 de octubre de 2014 reply

    Hola Anna.
    A veces los perros han sufido experiencias traumáticas que les cuesta mucho tiempo superar. Otras veces, y lejos de lo que se piensa, está en la propia genética del perro ser más desconfiado o más miedoso.
    Con perritos miedosos hay que tomarse las cosas con mucha calma y hacer una buena desensibilización de aquellas cosas, personas, lugares o situaciones que les dan miedo. ¿Te funciona alguna de las cosas que he puesto aquí? Cuéntame alguna situación concreta para darte algunos consejos, pues la variedad de situaciones es enorme.

  • Manuel - 26 de septiembre de 2014 reply

    Que buenos consejos! Colaboro con una protectora de animales a la que con demasiada frecuencia les devuelven perros ya adoptados porque no se hacen con ellos. Seguro que esta información les vendrá muy bien. Gracias!

    Miriam Sainz Sánchez - 26 de septiembre de 2014 reply

    Gracias Manuel, entre todos conseguiremos que los perros tengan mejor calidad de vida 🙂

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