Estos días de tormenta son muchas las personas que vienen a las clases grupales o que me reciben en sus domicilios con un amargo pesar porque sus compañeros caninos están que se suben por las paredes: «claro, como está lloviendo a penas sale…»
Y sin embargo la lluvia es una fantástica oportunidad para desarrollar otro tipo de actividades que en otras ocasiones se nos quedan un poco olvidadas.