Perros glotones por todas partes, gorditos, obesos, desesperados por comer, a cualquier hora o lugar… ¡cualquier cosa! Y es que nuestros perros, en su mayoría, son de buen comer y encuentran cualquier oportunidad para lanzarse sin rubor o pensar en su estrategia cuando nadie los mira para poder atiborrarse sin remordimiento… También hay perretes que no tienen gran apetito, no al menos de lo que nosotros queremos que coman… pero eso para las personas que tienen un compi peludo que no puede pensar en otra cosa más que en comer, les parece ciencia ficción.
Voy a comentar algunas de las cosa que frecuentemente aconsejo a las personas que tienen estos problemas con sus perros, pues son muy sencillas y muy fáciles de llevar a cabo, y sin embargo los resultados son rápidos y duraderos.
Lo que SI puedes hacer
- Lo primero es revisar la rutina de comida del peludo. ¿Cuántas veces al día tiene la posibilidad de comer? Si es únicamente una vez, es muy normal que el momento de la comida cobre muchísima importancia en su día a día. Además, estará hambriento. Cuanta más hambre tenga más necesidad de saciarse lo antes posible. Seguramente lleve varias horas con la molestia en el estómago que le recuerda que la comida aún no está disponible para él… a pesar de que probablemente vea a otras personas comer.
Dos veces al día pueden ser también muchas horas sin llevarse nada al estómago para un perro con ansiedad por comer. Si tienes la posibilidad, distribuye su ración diaria en 4 ó 5 tomas al día. - Establece una rutina con los horarios de las comidas. Comer siempre a las mismas horas le permitirá predecir y asimilar mejor los momentos de espera. No dejes que sea el perro el que te avise de que su momento de comer ha llegado, ¡anticípate! Si normalmente come a las 20:30 h., justo después del paseo largo de la tarde, y un día regresas a casa media hora antes, no esperes 30 minutos para ponerle su plato de comida, ¡pónselo según llegáis! y que no se impaciente pensando si esta vez te habrás olvidado de él… Recuerda que los perros no llevan reloj pero sí saben que habitualmente estará su comida cuando lleguen del paseo.
- Prueba a esparcir la comida por el suelo. Si no te gusta la idea, puedes hacerlo encima de un hule o incluso en el colchón del perro. Estoy pensando por supuesto en comida seca como el pienso o el hígado seco, pues con comida húmeda la tarea de limpieza, multiplicada por 4 ó 5 veces al día, sería árdua. Esparciendo la comida obligamos al perro a que pase más tiempo comiendo y no tenga la opción de meter el hocico entero en el cuenco de comida llevándose una gran cantidad de alimento, que debido a su ansiedad tragará sin masticar. Quizá al principio el perro esté desorientado con nuestra forma de darle la comida y quiera darse toda la prisa del mundo, pero pronto aprenderá que la comida no debe terminarse en 30 segundos, comenzará a masticar y comerá de forma más pausada, y mucho más sana, por cierto. Las alfombras de olfato, como el vídeo de arriba, son también una fantástica opción.
- A medio camino entre darle la comida en su cuenco habitual y esparcírselo por la habitación tenemos la opción de usar los platos especiales para este tipo de problemas (comederos anti-voracidad), que constan de varios salientes en el interior del plato para que el perro tenga que andar rebuscando la comida alrededor y no pueda atrapar grandes cantidades de pienso de un solo bocado. Tiene la misma funcionalidad: aumentar el tiempo de ingestión, con lo que mejoramos la digestión obligando a masticar al perro, lo que además cuida sus dientes. Pueden hacerse caseros también, metiendo por ejemplo un par de pelotas dentro del plato, de conos o de cualquier juguete u objeto que el perro deba mover para conseguir su apreciado tesoro.
- Otra buena opción es dar de comer al perro en nuestra mano. De esta forma estamos controlando también la cantidad de ingesta por bocado, estamos creando vínculo con nuestro peludo y además podemos aprovechar para trabajar algunos ejercicios básicos con los que poder premiar a nuestro compañero canino cada vez que lo haga bien. Es importante que en este punto los ejercicios sean muy facilitos y ya los tengamos avanzados, pues no queremos provocarle frustración que pueda asociar precisamente con la comida o la hora de comer. Cuanto más sencillo sea y mejor lo haga, más posibilidades tendremos de reforzarle y de que nuestro perro disfrute con su hora del almuerzo.
Lo que NO debes hacer
- Olvídate de quitarle el plato de comida a tu antojo mientras el perro está comiendo. Si ves que come muy rápido, ¡lee los puntos de arriba! pero en ningún caso le quites la comida una vez que se la has dado. Si haces esto, el perro tendrá la necesidad de comer lo más rápido posible porque no sabe en qué momento va a dejar de tener acceso a su alimento. Si quieres trabajar poder estar al lado de tu perro sin que te gruña y por eso lo haces, prueba a que coma de tu mano, y si lo que quieres es que trabaje algún ejercicio para poder comer, hazlo antes o durante, según decía arriba, pero nunca le des la opción de comer y se la quites una o varias veces porque lo único que harás será crearle inseguridad y reforzar su ansiedad.
- No le hagas pensar que su turno de comida peligra. Si tienes más perros u otros animales en casa, busca un lugar tranquilo solo para él, donde tenga la seguridad de que nadie va a ir a comerse lo que es suyo. Además de evitar posibles peleas, fomentarás que de nuevo se tome su tiempo para comer y no se avalance por el «ahora o nunca».
- No le castigues por comer… ¡ni siquiera por zamparse esa hamburguesa que con tantas ganas te habías preparado para ti! Es mucho más sensato y más amable que evites enfrentarle a una situación que no puedes controlar, al menos de momento (¡ya habrá tiempo para trabajarlo!). Si no quieres que coma tu comida, no le des acceso a ella. Así de simple, así de fácil 😉
¿Has probado alguna o todas estas cosas y aún así no te funciona? ¡Cuéntamelo y vemos la forma de hacerlo!
68 comments
Join the conversationAnyi Jaramillo - 18 de diciembre de 2020
Hola Miriam,
Tengo un perrito muy problemático, es un border collie de 10 meses, hace 6 meses empezó a gruñirnos si nos acercábamos a él mientras comía, fuimos a ver a una etóloga y nos recomendó dejarle comer solo en una habitación y acercarnos poco a poco con comida que le gustase más, con lo de la pandemia no pudimos seguir en contacto con la chica y la verdad es que el remedió fue peor que la enfermedad. Come dos veces al día, pero ahora le llora al pienso igual una hora o dos y no deja que nadie se le acerque, ni con galletas ni con otro tipo de comida, la verdad es que echa mucho la boca para morder, gruñe y al poco tiempo muerde, también si encuentra cualquier papel o calcetín si se lo mete a la boca se esconde debajo de la mesa y gruñe, cada vez soporta menos que lo toquemos, hasta últimamente gruñe y echa a morder cuando le ponemos el arnés o se lo quitamos. Lo raro es que es cariñoso y juguetón el resto del tiempo, en la calle se le acerca a la gente y le pide caricias y se lleva bien con los otros perros (si son muy grandes le da un poco de miedo pero no es agresivo de momento). Ya no sabemos qué hacer, hemos pensado dejarle que coma como antes en la cocina y que sea una vez al día a ver si así por el hambre le deja de llorar al plato y se lo come sin pensar.
Miriam Sainz - 19 de diciembre de 2020
Hola Anyi, gracias por tu mensaje.
La recomendación que te di la etóloga es una práctica común en este tipo de casos. Sin embargo como ves no todos los perros reaccionan de la misma manera a los mismos estímulos, y ese tiempo que habéis estado sin su contacto y sin poder evaluar lo que estaba pasando, ha llevado a que la situación se vuelva incluso peor.
Entiendo que el hecho de que llore al pienso es una vez que se lo ponéis en el plato, ¿verdad?
Para poder ayudarte específicamente, necesitamos hacer una evaluación y ponernos con el caso, pues cada perro tiene sus particularidades y hay que hacer correcciones continuas según sus avances y las desviaciones que podamos tener del objetivo final.
Prueba lo que te comento, cuéntame cómo os funciona.
Yoa - 15 de noviembre de 2020
Hola Miriam,
Hasta hace un año teníamos 2 perros: un bóxer que nos dejó con 8 años y una doberman que ahora tiene 7, ambos fueron esterilizados con 2 años. Estaban muy bien educados en casa, especialmente en el tema de la comida, eran glotones pero comían juntos a sus horas, esperaban a la orden para ir al comedero y JAMAS cogían comida que estuviera por la casa, aún estando a su alcance y aunque nosotros no estuviéramos y 0 gestos de agresividad ni entre ellos. Sí es cierto que la Dobi, ha tenido problemas de ansiedad desde que llegó a casa con 20 días, necesita estar pegada a nosotros. La ansiedad por separación la llegamos a controlar bien cuando nos vamos de casa, pero dentro de casa…. Si la dejamos en el jardín o en garaje, estando nosotros dentro de casa, destroza la puerta a arañazos y ladridos. Es una perra faldera de 30 kgs. Otro dato, no se si relevante, es que ambos perros tenían problemas de espalda (espondilosis en la zona de las lumbares).
El caso es que a partir de los 6/7 años, el Bóxer se volvió un auténtico obseso de la comida y pasó a hacer cosas que jamás hubiera hecho (comer cantidades exageradas de fruta robada del frutero, una bandeja de 24 huevos rellenos, robar pan de la mesa en cuanto te descuidabas, …) , incluso llegando a mostrar reacciones agresivas, siempre motivadas por la comida. Le llevamos al veterinario en varias ocasiones, pero todo era correcto, y nos dijeron que podía ser una especie de demencia senil.
El caso es que ahora nos está pasando lo mismo con la Doberman, ahora tiene 7 años (aunque en carácter y físico sigue pareciendo una cachorra de año y medio), y tenemos un niño de 2 años. Hemos espaciado sus dosis, las hemos incrementado (está delgada), hace meses que se la damos esparcida y usamos parte para hacer juegos de rastro. Pero está en permanente tensión, y con el peque que aún no entiende del todo que no hay que molestar a la perrita. Hasta mi hijo de dos años ya sabe decir «Shiva on your bed», porque en cada comida es la frase que se repite constantemente. Mientras comemos o manipulo comida la mandamos a su cama, pero aguanta 10 segundos. Estoy muy preocupada porque ya le ha marcado en alguna ocasión. Describo la situación: nosotros terminando de comer, la perra tensa a 1m de distancia de la mesa (porque no le dejamos que se acerque más), mi hijo jugando con un juguete, pasa por detrás de la perra y le da con el juguete en el lomo. La perra reacciona rapidísimamente y le marca y le gruñe en la cara con mucha intensidad, como lo haría con un cachorro ansioso que no espera su turno para comer. No le dejó ni una sólo marca física, sé que si le hubiera querido hacerle daño se lo habría hecho, pero no puedo permitir que esto vuelva a pasar.
Sé que no es lo ideal pero me estoy planteando el dejarle pienso a libre demanda, a ver si así se le quita la obsesión por la comida.
Gracias de antemano por tus consejos
Miriam Sainz - 18 de noviembre de 2020
Hola Yoa, gracias por tu comentario.
Puede ser que mejore la situación dejando comida a libre disposición, pero me preocupa que pueda generar protección de recursos con la comida y marque la zona alrededor. Puede ser una alternativa, pero habría que observar mucho por si esto ocurriera.
Se me ocurre poder compartir el momento de la comida con ella. Es decir, que coma cuando coméis, y alejada de la mesa (un metro para una puerta que muestra es ansiedad, es poquísimo, porque como hacéis visto, que sea capaz de controlar no significa que lo esté llevando bien),
Darle tres o cuatro tomas al día puede ayudar (misma ración diaria, en más tomas), e incluso más.
Otra opción es darle de comer antes de comer vosotros, preferiblemente con juegos de olfato o juguetes cognitivos donde tenga que ir encontrando la comida durante 15-20 minutos, pues bajará si necesidad de comer y estará más cansada, lo que le ayudará a relajarse.
Probéis lo que probéis, observad que la situación no se vuelva de más tensión.
Yanela - 28 de septiembre de 2020
hola tengo 4 mascotas, y su bien es cierto por el numero se nos complica un poco a la hora de darles la comida es por eso que solo se lo damos una vez al día, y ahora entiendo su glotoneria es porque mucho tiempo pasan con la barriguita vacia, sin embargo la porción que se les pone diaria considero que esta bien, o si daria ventaja aumentar las porciones dos veces al dia pero de igual forma mantener la cantidad, y tratar de que controlen sus antojos.
Miriam Sainz - 30 de septiembre de 2020
Sin duda, Yanela
Es preferible darles varias veces al día manteniendo la cantidad total. Ayudará con su ansiedad a la hora de comer.
Intenta ponerles en lugares separados o con obstáculos visuales si eso mejora en algo la problemática que tengas para darles de comer.
Lorena - 26 de julio de 2020
Hola!
Tengo un snahuzer de un año 9 meses, desde hace como 3 meses el después de comer ya sea pollo o atún o carne (cuálquier cosa apetecible para el) empieza a lamerse los testículos y su pene hasta el punto de la ereccion (le sale líquido) lo lleve al dos veterinarios y obtuve diagnósticos diferentes, en uno me dijeron que era una alergia por la proteína ya que también se llega a rascar en otros sitios (le mando medicamento y sigue igual), el otro veterinario me dijo que tenia los testículos muy estimulados y que quizás había una perrita en celo cerca y lo que me sugirió fue la castración. Y no se que hacer pues es desesperante verlo lamerse así ??
Miriam Sainz - 9 de agosto de 2020
Buenos días Lorena.
La verdad es que no encontramos ninguna relación directa con la alimentación y lamerse los testículos.
Te remitimos a que preguntes por una tercera opinión veterinaria de una persona profesional que pueda hacer la valoración del perro in situ.
Lamento no poder serte de más ayuda.
Jessica - 28 de abril de 2020
Hola, tengo un dalmata con 12 años q sigue teniendo mucha ansiedad por comer como desde pequeño, todas las técnicas las he utilizado con el siempre, esparcir comida, juguetes para q la saque de dentro, enseñarle a esperar la orden, etc siempre le tuve q dar 2 o 3 veces al dia para evitar el hambre. Ahora q ya es mas mayor y casi desde q lo cape empezo a engordar. Controlo su pienso, le he dado piensos buenisimos, Hipoalergénicos, pues puede tener alergias y siempre tiene infecciónes de oídos q tengo q estar limpiando y tratando con corticoides o gotas desde hace tiempo. En fin me es imposible q el perro no llore o pida comida casi todo el día. No le suelo dar cuando llora, pero es q no para de pedir, se la reparto en 3 tomas para q se sacie mas a menudo pero hasta de la cantidad se queja, cuando acaba quieree mas.
Pienso q puede ser debido a alguna enfermedad tipo azucar o tiroides… Aunque si tiene algo, como podria saberlo?
También me gustaría que me orientaseis sobre si hay algún producto q pueda darle q sea saciante y no le haga daño
Gracias de antemano
Miriam Sainz - 13 de mayo de 2020
Hola Jessica, gracias por tu mensaje.
¿A qué edad le castraste?
Creo que hay dos cosas que dan bastante buen resultado: una es poner su comida con agua, para que tenga mayor sensación de saciedad, y otra anticiparte a sus horas de comida, de tal manera que no tenga que pedírtela, porque la tenga antes de tiempo.
Con un perrete así me plantearía darle 4-5 tomas sin variar la cantidad diaria.
Además, puedes proporcionarle astas para que roa y tráqueas de manera supervisada si no las ha comido nunca, que no tienen aporte de grasa y sí de Glucosamina y Condroitina, muy beneficiosas para las articulaciones, pensando también en la edad que tiene.
Con un análisis de sangre donde miren la T3/T4 (las hormonas tiroideas) y la TSH se vería si tiene algo al nivel que preguntas.
Prueba esto que te comento y escríbeme de nuevo para ver cómo va, y si no funciona (dale algo de tiempo, mínimo una semana) pensamos en algo más.
Laura - 20 de noviembre de 2019
Hola, primero me gustaría felicitarles por el trabajo que realizan y por la web tan completa que tienen. Tengo una cachorrita desde hace poco más de un mes y muchos de los consejos me han resultado muy útiles.
Lo que más me preocupa con ella es la ansiedad que tiene con la comida. Cuando llegó a casa no tenía ese problema, es más se despistaba y se ponía a jugar durante unos segundos y luego volvía a comer. Solía dejar bastante en el plato y si se lo dabas con la mano comía un poco más.
Cuando fuimos al veterinario por primera vez como tenía diarrea o cacas muy blandas nos mandó a hacer un cultivo y nos cambió a una alimentación especial de comida húmeda durante unos días.
A partir de ese momento la perra cambió completamente, desde que probó esa comida se volvió loca. Ahora cada vez que preparamos la comida son saltos, ladridos, más saltos… Y a la hora de comer engulle, dejó de masticar (cuando llegó comía tranquila y masticando).
Si le dejo la comida preparada mientras vamos a la zona de comer, lo mismo, ladridos, saltos, está muy nerviosa.
Aparte de eso, aún no tiene todas las vacunas y no la puedo sacar a la calle, pero cuando la saco a la terraza o al jardín se come todo lo que encuentra: hojas secas, piedras, bichos…. Y eso me preocupa mucho, al principio pensé que podía estar relacionado con la calidad del pienso, o que tenía algún parásito, pero le hemos cambiado el pienso a uno de calidad y el cultivo de tres muestras nos dió negativo.
Aparte de eso se aguanta las ganas de ir al baño para estar sola y poder comerse las heces. Nunca la hemos regañado, la llamamos y la apartamos e intentamos que no vea cuando las recogemos.
Para el problema de la ansiedad en la comida estoy trabajando varios ejercicios: me pongo un premio en la mano y cuando deje de rascar y se calme se lo doy. Incluso lo complico abriendo la mano y cuando no haga por moverse se lo doy. Los practico varias veces al día y si lo hago en su zona de no comer los hace muy bien y cuando se los hago justo antes de comer para internar que se relaje los hace pero los coge con más ansiedad. También estoy practicando poniéndole una bolita de pienso en su bowl y cuando deja de dar saltos y se sienta bajarlo, si se mueve, lo vuelvo a subir. Ese le cuesta un poco más pero seguimos practicando.
Para el problema de comer cosas todo lo que ve en la calle estoy practicando tirando pienso y diciéndole que no, si lo deja y me mira, le doy el premio (si va a por él lo tapo con la mano y le digo que me mire).
Me preocupa bastante el tema de que se coma todo lo que encuentra (aunque no sea comestible) por la calle. Dentro de poco tendrá todas las vacunas y no quiero que se ponga malita. ¿Sería el bozal una buena solución temporal o empeoraría la situación?
La verdad es que no veo mejoría y no sé si estoy actuando bien.
Muchas gracias y saludos
Laura - 18 de noviembre de 2019
Hola, primero me gustaría felicitarles por el trabajo que realizan y por la web tan completa que tienen. Tengo una cachorrita desde hace poco más de un mes y muchos de los consejos me han resultado muy útiles.
Lo que más me preocupa con ella es la ansiedad que tiene con la comida. Cuando llegó a casa no tenía ese problema, es más se despistaba y se ponía a jugar durante unos segundos y luego volvía a comer. Solía dejar bastante en el plato y si se lo dabas con la mano comía un poco más.
Cuando fuimos al veterinario por primera vez como tenía diarrea o cacas muy blandas nos mandó a hacer un cultivo y nos cambió a una alimentación especial de comida húmeda durante unos días.
A partir de ese momento la perra cambió completamente, desde que probó esa comida mientras se la preparamos da saltos, ladridos, más saltos aunque ya no la coma y vuelva a comer pienso. Y a la hora de comer engulle, dejó de masticar (cuando llegó comía tranquila y masticando).
Si dejo la comida preparada mientras vamos a la zona de comer, lo mismo, ladridos, saltos, está muy nerviosa. Además empezó a comerse sus cacas, sabe que no debe (nunca la hemos reñido pero cuando la saco se la dejo oler pero no comer) y se aguanta por la noche para comérsela mientras no la vigilamos.
Aparte de eso, aún no tiene todas las vacunas y no la puedo sacar a la calle, pero cuando la saco a la terraza o al jardín se come todo lo que encuentra: hojas secas, piedras, bichos…. Y eso me preocupa mucho, al principio pensé que podía estar relacionado con la calidad del pienso, o que tenía algún parásito, pero le hemos cambiado el pienso a uno de calidad y el cultivo de tres muestras nos dió negativo.
Para el problema de la ansiedad en la comida estoy trabajando varios ejercicios: me pongo un premio en la mano y cuando deje de rascar y se calme se lo doy. Incluso lo complico abriendo la mano y cuando no haga por moverse se lo doy. Los practico varias veces al día y si lo hago en su zona de no comer los hace muy bien y cuando se los hago justo antes de comer para internar que se relaje los hace pero los coge con más ansiedad. También estoy practicando poniéndole una bolita de pienso en su bowl y cuando deja de dar saltos y se sienta bajarlo, si se mueve, lo vuelvo a subir. Ese le cuesta un poco más pero seguimos practicando.
Para el problema de comer cosas todo lo que ve en la calle estoy practicando tirando pienso y diciéndole que no, si lo deja y me mira, le doy el premio (si va a por él lo tapo con la mano y ella va a buscar su recompensa en la otra mano). Cuando salimos si va a por algo intento con el no y a veces funciona a veces no. Cuando funciona, le doy el premio pero al rato vuelve a intentar comerlo.
Ella come tres veces al día y tiene varias sesiones de entrenamiento entre medio donde le doy de recompensa su comida.
No sé si hay algo más que pueda hacer, pero no veo mejoría ni haciendo los ejercicios. No sé si necesito tener más paciencia o si estoy haciendo algo mal, pero me preocupa que dentro de poco cuando ya la pueda sacar de paseo se coma todo lo que encuentre o que le de una torsión de estómago. No quiero ponerle un bozal a la hora del paseo para protegerla si se va a comer todo, aunque no sé si sería lo mejor.
Muchas gracias por la ayuda y un saludo.
Miriam Sainz - 23 de noviembre de 2019
Buenos días Laura y gracias por tu mensaje.
Leyendo en global lo que comentas, creo que en vuestro caso tienes que hacer menos control por la comida, de momento.
Es decir, creo que hay demasiadas cosas alrededor de la comida que la generan ansiedad, y muchas de ellas pasan por tener que esperar para comer.
Amplia de 3 a 5 los momentos de comida libre sin entrenamiento, y no des de comer en un cuenco, sino esparciendo la comida por el suelo. Qué vea que la tiene, que solo tiene que congela (no siquiera hacer nada para conseguirla, solo usar su olfato y su vista). Aguanta una semanita sin entrenar con refuerzo de comida (cámbiale un poco el chip).
Evita dejar comida suya preparada sin dársela, y cuando es vuestra, dale alternativa para comer en su sitio de referencia.
Por otro lado, intenta ajustar bien los tiempos para ofrecerle la comida antes de que te la pida, y si llega a pedirla, cuando lo haga. Vamos a evitar que tenga sensación de hambre lo más posible.
Algo más, cuando esparzas su comida, deja un poquito en su cuenco, pero con un poco de agua. De esta manera aumentará su saciedad.
Con una perra que lleva tan poquito tiempo en casa, aún tienes otro mesecito para que salgan comportamientos dos que podían estar inhibidos por el cambio de vida y circunstancias.
Asegúrate de darle comida que cubra todas sus necesidades nutricionales. Cambiar a comida natural y ofrecerle huesos carnosos grandes, con los que pueda tardar en comer y que no pueda engullir, siempre con supervisión sobretodo al inicio, puede ser una buena opción.
Ve probando y cuéntame cómo va. Cuando esa ansiedad se regule un poco, entoces podemos comenzar a trabajar de nuevo el control por la comida con distintos ejercicios.
Laura - 23 de noviembre de 2019
Buenos días,
Muchas gracias por el mensaje.
Aumentaré las comidas y seguiré todos los consejos, muchas gracias.
Cuando la sacamos a la terraza de casa, aunque acabe de comer siempre se pone a buscar y si encuentra algo se lo come aunque no sea comestible. Yo intento limpiar la terraza con frecuencia pero siempre hay algo, un bicho, un trozo de hoja pequeño… Ante esta situación no sé si debería dejar que se lo coma, o decirle que no e intentar corregirla. ¿Qué me aconsejan?
Muchísimas gracias por toda la ayuda.
Un saludo,
Laura.
María - 13 de abril de 2019
Holaa
Tengo una cachorra de unos 5 meses de golden retriever. Se porta muy bien y no suele morder nunca, pero eso cambia cuándo ve o huele comida. Si intentas darle un premio cuándo está practicando obediencia para felicitarle por algo que ha hecho bien, es probable que te muerda por accidente al intentar darle el premio, pero no lo hace fuerte.
Desde que llego a casa, cada vez que es su hora de comer se vuelve loca al vernos preparar su comida y empieza a ladrar. Cuando se la damos, tarda unos 15 segundos en terminarla. Como tiene 5 meses, le damos de comer 3 veces al dia y tiene un cuenco especial para que coma más despacio. Recientemente le compramos un hueso para masticar para que aprendiera a masticar, pero en unos minutos se acabo la mitad y nos gruñia si nos acercabamos para acariciarle mientras tenia el hueso.
¿Hay algo que podamos hacer?
Miriam Sainz - 21 de abril de 2019
Buenos días María.
Tenéis muchas cosas que podéis hacer.
Lo primero de todo es que seáis constantes. Los cambios no ocurren en 1 día, pero no por ello tenéis que pensar que lo que hacéis no está funcionando. ¡Dadle tiempo a los cambios!
Hay un truco que suele funcionar muy bien con los perros que muerden por ansia la mano o los dedos cuando estás trabajando con ellos, y es ponerles la comida en algún recipiente o dárselo por ejemplo con una cuchara, de tal forma que al estar duro, irán rebajando la intensidad de la mordida.
Además, trabajar «si lo coges suavemente te lo doy, si me haces daño no te lo doy», es una buena técnica. Sin embargo esto no lo debes hacer cuando lo estás combinando con los ejercicios, sino como un ejercicio a parte donde sólo le des la comida. Cuando lo entienda, podrás usarlo conlos ejercicios habituales.
Prueba a esparcir la comida por el suelo o por un lugar destinado a ello, en vez de dar a tu perra su comida en un cuenco. De esta manera poco a poco aprenderá que la comida lleva su tiempo, incluso para masticarlo, y que no tiene que engullirlo. Aprovecha a estar tú sentada alrededor sin moverte y sin intentar quitársela, simplemente que se acostumbre a tu presencia sin necesidad de proteger su comida. Que sienta que es suya aunque tú estés delante.
Además puedes hacer juegos metiendo comida dentro para que tenga qe entretenerse en sacarla, por ejemplo: https://www.instagram.com/p/Bv3UYAQoFvu/?utm Éste es un ejemplo muy económico, y es probable que tu perrilla lo tire por los aires, pero tendrá aún así un rato de buscar la comida y discriminarla entre los cartones. Un brick, una botella, una caja…
Cambiar el morder con ansiedad o proteger la comida, es un trabajo habitual que realizamos con los alumnos caninos en la escuela, y aunque parezca un problema imposible, lo cierto es que puedes ver un cambio bastante rápido.
Gustavo - 11 de abril de 2019
Hola Miriam,
Tengo un Beagle de casi 7 meses y desde que está con nosotros desde los 3 meses, siempre ha tenido un ansia por la comida brutal. Le puedes poner todo el pienso del mundo que se lo comerá todo, porque tiene la capacidad de vomitarlo y seguir comiendo, algo exagerado.
Le dábamos 3 tomas al día, ahora está con 2 tomas al día, pero casi puedo asegurar que esto no va a solucionar el problema.
Lo que sí tenemos ya controlado, que le ponemos el comedero en el suelo y hasta que no le de la orden no puede ir a comer el pienso. Desde siempre, todos sus comederos son anti-voracidad.
Este comportamiento se refleja igualmente cada vez que lo sacamos a la calle, y es lo que realmente me preocupa ahora mismo. Se come absolutamente todo; Piedras, Plástico, Popos(aunque las selecciona, no todas … da mucha grima esto), en resumen, todo lo que le quepa en la boca se lo mete sin sentido y siempre lo hace muy muy rápido para que no te de tiempo de corregirlo.
Dicho esto, lo he hablado ya con Veterinarios y personas un poco puestas en este tema perruno, y me gustaría saber tu opinión acerca de lo que nos han propuesto para este caso extremo, ya que esta conducta puede agrabar su salud e incluso llevarnos un susto de lo más grande, que sería lo que nunca desearíamos como es lógico, y de ahí nuestra preocupación máxima con este tema.
Nos proponen ponerle un collar de los que vibran(NO el eléctrico). Así que cuando lo saquemos a la calle y valla a coger algo del suelo, le damos esa pequeña vibración para que lo saque de su estado de «aspiradora» y a la vez con nuestra orden del «NO».
La verdad que esto suena muy coherente y es completamente nocivo para el perro, pero me gustaría saber por favor tu opinión a este respecto, por tener todas las opiniones posibles y valorarlo.
Por cierto, hemos probado a decirle no y luego darle un premio, pero nada de nada, porque todo lo que conlleve premio, nada más verlo se pone a diez mil por hora y no atiende a nada.
Gracias y saludos.
Miriam Sainz - 12 de abril de 2019
Hola Gustavo, gracias por tu comentario.
Me gustaría preguntarte algo… ¿por qué debería soltar tu perro lo que tiene en la boca cuando el collar vibra? Hay perros a los que no les supone un problema esa vibración, así que al no suponerles un problema, no cambiarán su actitud frente al (riquísimo) bocado que tienen delante. Si por el contrario, al notar la vibración tu perro se queda congelado o decide soltarlo porque le asusta, le da miedo o le resulta molesto, ese collar funcionará, pero efectivamente tendrá un efecto negativo para tu perro, y ya sabes si eres seguidor de este blog que nuestra forma de trabajar en Sentido Animal no pasa por basarnos en castigos físicos o psicológicos para el animal.
Te digo algunas cosas que creo que te pueden funcionar:
– Tendrías que comenzar a trabajar ejercicios de autocontrol con él y ver qué otras cosas le generan ansiedad, frustración o estrés en su día a día, y qué contacto tiene con ellas.
– Aumenta a 4 ó 5 tomas al día (teniendo en cuenta su cantidad diaria recomendada). Esto hará que no tenga que sentir hambre mucho tiempo, y que pueda saciarse más (puedes probar con agua en la comida para tener mayor sensación de saciedad), o que alguna de esas tomas sea un plátano, una manzana (sin semillas) o algo de fruta.
– Vigila qué sí y qué no se puede comer. Por ejemplo: una hoja no hay problema… ves que la coge, y no le dices nada. Haz que sepa que lo has visto. Un cristal… obviamente no es posible, y tendrás que quitárselo. Así verá que no siempre se lo estás quitando (lo que además aumenta la velocidad con que lo ingieren sin control alguno…).
– Tendrás que trabajar sí o sí la señal de «suelta» (preferiblemente con un/a profesional) para poder pedírsela cuando lo necesites (no siempre, tendrás que «negociar» al principio mucho con tu perro).
Puedes leer también: http://www.sentidoanimal.es/mi-perro-es-un-ladron-de-comida/
Y te recomiendo que, si estás cerca, eches un vistazo a nuestras clases grupales, que es algo que trabajamos mucho allí: http://www.sentidoanimal.es/escuela-animal/escuela-de-perros/clases-grupales/
Gustavo - 12 de abril de 2019
Hola Miriam,
Mil gracias por tus concejos que me han gustado bastante. Seguiremos trabajando con estos, a ver que pasa y si tengo mejor suerte.
Ya me gustaría poder estar en una de vuestras clases, pero estando en Canarias me pilla un poco mal 😉
Miriam Sainz - 13 de abril de 2019
Ve contándome qué avances hacéis 🙂
Carolina Acevedo - 9 de abril de 2019
Hola, buenas noches. Tengo una samoyedo de dos meses de edad ycuando estoy cocinando para mí o se da cuenta que le voy a Servientrega su comida empezar a chillar y ladrar, Se vuelve como loca y me desespera .yo le doy tres comida al día.Que puedo hacer para que se calme. Muchas gracias
Miriam Sainz - 12 de abril de 2019
Hola Carolina, gracias por tu mensaje.
¿Le das comida siempre cuando cocinas para ti? ¿Cómo reaccionas tú a sus chillidos y ladridos?
Hay varias cosas que se me ocurren, como por ejemplo, darle de comer siempre a unas horas y sólo a esas horas, darle de comer en un sitio únicamente, alejado de la cocina, armarte de paciencia y no atender a sus reclamos cuando esto ocurre (entiendo que tiene sus necesidades básicas cubiertas), entrar y salir de la cocina para hacer cosas de comida varias veces al día, cuando realmente no vas a comer, salir de la cocina cada vez que estés haciendo la comida y haga este comportamiento…
Cuéntame cómo lo haces y vamos ajustando la estrategia 😉
Raul - 14 de enero de 2019
Hola mi perro de 3 años desde hace unos dias hace una cosa que me tiene preocupado. Le doy dos tomas siempte que volvemos del paseo pero ultimamente le pongo el bol de la comida y se tumba delante sin comersela y si me acerco me gruñe y tira a morderme ( no aprieta s3 ve que lo hace para avisarme) y no se como actuar si quitarle la comida pasado un rato si no se la come y hasta la proxima o dejarlo hasta que se la coma, que no se la come. No entiendo porque ha empezado a hacer eso y no se como actuar. Quiero aclarar que no me muetde fuerte no aprieta supongo sera para avisarme. Se tumba delante y no se la come y ahi pasa horas. Que hago?
Miriam Sainz - 22 de enero de 2019
Buenos días Raúl, muchas gracias por tu comentario.
¿Hace este tipo de conductas con otras cosas como palos, pelotas, etc?
¿Has cambiado de tipo de comida?
Lo primero que probaría sería darle la comida en la mano. Quizá si sabe hacer algo de adiestramiento como sentarse o dar la para, aprovecharía para pedírselo y reforzarle por ello.
Intenta también hacer que la comida sea divertida, metiéndola dentro de juguetes cognitivos (de momento no muy complicados?) o escondiéndoselo para que tenga que buscarlo.
Puedes aprovechar a darle en el paseo si va sin tirar, si se para en los pagos de cebra y cosas así.
Es decir, rompe con el hecho de cómo le presenta la comida para que no entréis en bucle.
Y por supuesto observaría bien a tu compi para ver si necesitas llevarle al veterinario porque tuviera alguna dolencia o enfermedad.
cristina - 5 de noviembre de 2018
Hola tengo un perro cocker de 4 años , hasta hace 1 año estaba preocupada porque no le gustaba el pienso que le daba, probé toda clase de ellos y nada, tenia el pienso en su cuenco y lo comía cuando no tenia mas remedio, Encontre un pienso que le encanta humedo y ahora no hace nada mas que pedirme comida todo el dia, le doy casi el doble de lo que pone en las indicaciones pero sigue pidiendo. No ha engordado, no se si es que el pienso no le sacia o que le gusta demasiado, estaba pensando mezclarlo con otro, no se si sera buena idea. El pienso se llama Frolic.
Miriam Sainz - 7 de noviembre de 2018
Hola Cristina, gracias por tu comentario.
Lo primero es que tengas cuidado con el pienso y la alimentación que le das al perro. El pienso que comentas tiene una composición que poco tiene que ver con lo que un perro debe comer, o lo que comería naturalmente. Este tipo de piensos suele tener una capa sabrosa para que les guste a los perros, pero es poco interesante nutricionalmente hablando.
¿Has probado algunas de las opciones de juegos o formas para que a tu perro le baje la ansiedad? Intenta que utilice el olfato y la cabeza para conseguir la comida.
Posiblemente tu perrete, por fin, ha encontrado algo que le gusta y no deja de pedírtelo porque sabe que se lo das. ¡Dale de comer 4 ó 5 veces al día pero no salgas de esa rutina!
Asun - 31 de octubre de 2018
Tengo un beagle de tres meses y está muy ansioso por la comida devora en un segundo su cuenco no podemos comer sin que este pegada y comiendo si se nos cae algo.Llega hasta el límite de hacer fuerza para hacer caca y comérsela si no estamos atentos,estoy un poco desesperada.Todo el día está husmeando y buscando comida hasta la tierra de las plantas que tengo le vale.Gracias
Miriam Sainz - 7 de noviembre de 2018
Hola Asun, gracias por tu mensaje.
Me da la sensación de que hay algo más detrás de esa ansiedad por la comida (y lo que no es comida).
¿Cuántas veces sale al día?¿Qué hacéis para jugar con ella?¿Cómo se lleva con otros perretes?
Cuéntame y vamos valorando la situación para poder ayudaros.
Un saludo.
Gabi - 20 de febrero de 2018
Buenas. mi bichona va a hacer dos años y aprovecha todas las salidas para buscar cualquier resto de alimento, hace sus necesidades por supuesto, pero en cuanto la suelto (que incluso me engaña haciéndome creer que quiere jugar con sus amigos y al segundo de soltarle de la correa) se pira del grupo a las zonas donde previamente ha encontrado comida, hasta los chicles se intenta comer. la ratona que tiene 1 año está aprendiendo este hábito y el bozal ya no funciona, se las apaña para quitárselo. cómo puedo hacer para corregir esta conducta? trato de vigilar cada centímetro de asfalto por el que vamos pero sobre todo al ppio de cada paseo va ansiosa tirando a cada rato (me detengo y hasta que no se posiciona a mi lado no continuamos, pero llevamos así meses, tb corrigiéndole con toques a cuello y tironcito de correa cada vez que intenta coger algo o incluso sacándoselo de la boca si aún no se lo ha tragado). está esterilizada y come 1 vez al día, 19 o 20h, voy a racionarle de primeras en varias tomas como hago yo, creía que con 1 vez suficiente y que no sentían dolor de hambre… ingenua de mi. Gracias
Miriam Sainz - 28 de marzo de 2018
Hola Gabi, gracias por escribirnos.
Estás intentando corregir los errores en vez de anticiparte o trabajar que la perra no coja la comida precisamente. Enseñarle con refuerzos que su inhibición del primer impulso hacia la comidale lleva a una solución mejor, es el principio para corregir estas conductas. No esperes a que vaya a por ello para decirle que está mal o para quitaŕselo de la boca (¡comenzará a tragarlo de inmediato para que no se lo quites!).
Prueba con comida que puedas controlar, para ir poco a poco trabajándolo con posible lugares no controlados.
Los animales sienten hambre, frío, sueño igual que lo sentimos nosotros. Darle varias tomas al día es una gran decisión.
MAnténnos informados de los avances con la peluda 😉
francisco - 19 de octubre de 2017
cada vez que es su horario de comida se desespera, corre, salta y come muy muy rapido. tambien hay veces que se atora ya que come muy rapido
Miriam Sainz - 26 de octubre de 2017
¿Has probado algunas de las cosas que propongo en el artículo? ¿Has notado algún cambio?